¿Es mejor una mala publicidad que ninguna? Esta pregunta no es tan fácil de responder como puede parecer de primeras. Los estudios demuestran que hay una gran diferencia si se trata de una empresa desconocida o conocida. La mala publicidad siempre perjudica más a una marca famosa. Por supuesto, hay excepciones en las que el uso selectivo de titulares negativos ha tenido un efecto positivo. Sin embargo, el riesgo de dañar la imagen cuidadosamente construida es enorme.
Lo que sí puede ser un reto es la mala publicidad que no ha producido usted mismo. Dependiendo del tamaño de la empresa y del caso concreto, puede que ya se haya producido un daño considerable en el momento en que las noticias lleguen a su conocimiento. Entonces hay que analizar la causa y desarrollar un concepto, mientras se pierde un tiempo cada vez más valioso y las noticias siguen propagándose.
Aunque la prensa negativa no puede evitarse por completo en muchos casos, hay algo que sí puede evitarse: la pérdida de tiempo. Gracias a las modernas herramientas de monitoreo de medios, ahora es más fácil que nunca mantenerse informado sobre la actualidad en tiempo real. Si aparece un titular en los medios relacionado con su empresa, recibirá una notificación en cuestión de segundos para que pueda reaccionar inmediatamente: la única pregunta que queda es cómo.
Aunque no existe una solución única para la mala publicidad, algunos enfoques han demostrado su eficacia:
Mantenga la calma. Mantener la calma en situaciones de crisis es una habilidad crucial, que no es fácil de adquirir, pero es absolutamente necesaria para tomar decisiones cualificadas y dirigir la comunicación en la dirección correcta.
Esté preparado. Tenga siempre presente que la próxima crisis puede estar a sólo un titular de distancia y prepárese en consecuencia. Aunque no necesite su plan de comunicación de crisis a menudo, se alegrará de tenerlo a mano por si acaso.
Sea rápido. En cuanto la mala publicidad llega a los medios, el reloj está en marcha. Cuanto antes reaccione, más rápido podrá quitar el viento de las velas de la mala publicidad.
Sea tan honesto y transparente como sea posible. Callar rara vez funciona. Los estudios demuestran que los consumidores aprecian mucho que se admitan los errores, que se comuniquen abiertamente y que se proporcione información transparente. Eso crea las bases de la confianza.
Muestre sentido del humor. Los que muestran sentido del humor en situaciones críticas suelen ganar puntos valiosos. Pero tenga cuidado, hay temas en los que bromear simplemente no es apropiado.
Déjeles que olviden. Aunque Internet no olvide, los usuarios sí lo hacen, y usted puede influir en ello. Si consigue mitigar los efectos de la mala publicidad o reaccionar adecuadamente ante los errores, los consumidores perdonan rápidamente. En las redes sociales, las turbulencias tardan una media de dos semanas en pasar.
Aunque tenga poco control sobre los titulares sobre su empresa que acaban siendo noticia, puede beneficiarse de seguir unas cuantas reglas básicas y utilizar herramientas modernas de RR.PP, como las plataformas de monitoreo de medios. Para obtener más información sobre las distintas posibilidades del monitoreo de medios, clic aquí.